SHINGITAI COLOMBIA
Martial Arts

CUENTOS-REFLEXION


Espadas brillo

 LA IMPORTANCIA DEL AGRADECIMIENTO


Gracias…

Es una palabra corta, sencilla y sin embargo representa muchas cosas. En las artes marciales conjuntamente con la disciplina, la humildad y el respeto, es una de las primeras palabras que aprendemos de nuestros Profesores y Maestros.

Los marcialitas somos agradecidos, desde la primera clase y así deberíamos de seguir siempre, sin ninguna piedra por el camino porque somos una sola familia. Una gran familia.

Recuerdo mi primera clase de Artes Marciales… me pregunté: ¿Qué hago? ¿Cómo aprendo estas llaves?. Sin embargo las aprendí y utilicé el agradecimiento como una de mis técnicas. Reconociendo el esfuerzo del Profesor en cada explicación me di cuenta que estaba aprendiendo también a decir Gracias.

Y así fui creciendo como Artista Marcial, en cada cinturón, en cada técnica nueva y en cada una de las nuevas herramientas de valores. El respeto por mis Maestros, mi Profesor, mis compañeros, mi estilo, mi academia, mi sociedad, mi familia y por mi mismo.

Es una experiencia para compartir, para que todos lo intentemos. Cada uno es unico, no podemos copiar al otro ni esperar que cambie porque a nosotros no nos gusta su conducta. No es fácil, tampoco imposible. Se puede a través del respeto, la humildad y el agradecimiento. ¿Cómo?, respetándonos primero a nosotros así nos respetarán los demás, siendo humildes en cada uno de nuestros aprendizajes y agradeciendo lo que las artes marciales nos brinda como herramineta.

¿Quién no disfruta de un agradecimiento? Es un gesto muy agradable y gratificante. Ahora lo siento también y lo disfruto cuando mis alumnos me miran y me dicen “Gracias profe” o sus padres se acercan para agradecer lo aprendido por sus hijos, porque lo notan más tranquilos, más respetuosos. Y eso es bueno porque el agradecimiento no queda ahí, es gracias también a mi Profesor y a mis Maestros por todo lo que aprendí y sigo aprendiendo.

Debemos ser agradecidos siempre, todos los días, así al final de la jornada nos damos cuenta de que mucho hemos enseñado y que mucho hemos aprendido. Y antes de ir a dormir también podemos darnos las gracias a nosotros mismos por el permiso que nos dimos durante el día de hacer todo lo bueno.
 "gracias,gracias,gracias y mil gracias mi DIOS todopoderoso, por darme  la oportunidad de vivir..



LECCION DE VIDA




Había un hombre que tenia cuatro hijos. El buscaba que ellos aprendieran a no juzgar las cosas tan rápidamente; entonces el envió a cada uno por turnos a ver un árbol de peras que estaba a una gran distancia.

El primer hijo fue en el Invierno, el segundo en Primavera, el tercero en Verano y el hijo más joven en el Otoño.
Cuando todos ellos habían ido y regresado, los llamó y juntos les pidió que describieran lo que habían visto.

El primer hijo mencionó que el árbol era horrible, doblado y retorcido.
El segundo dijo que no, que estaba cubierto con brotes verdes y lleno de promesas.
El tercer hijo no estuvo de acuerdo, el dijo que estaba cargado de flores, que tenia aroma muy dulce y se veía muy hermoso, era la cosa mas llena de gracia que jamás había visto.
El ultimo de los hijos no estuvo de acuerdo con ninguno de ellos, el dijo que estaba maduro y marchitándose de tanto fruto, lleno de vida y satisfacción.

Entonces el hombre les explicó a sus hijos que todos tenia la razón, por que ellos solo habían visto una de las estaciones de la vida del árbol.
El les dijo a todos que no deben de juzgar a un árbol, o a una persona, solo por ver una de sus temporadas, y que la esencia de lo que son, el placer, regocijo y amor que viene con la vida puede ser solo medida al final, cuando todas las estaciones han pasado.
Si tu te das por vencido en el invierno, habrás perdido la promesa de la primavera, la belleza del verano y la satisfacción del otoño.

Moraleja: No dejes que el dolor de alguna estación destruya la dicha del resto. No juzgues la vida por solo una estación difícil. Persevera a través de las dificultades… mejores tiempos seguramente vienen por delante.


CUAL ERES TU?



Una hija se quejaba con su padre acerca de su vida y de cómo las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía como hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.
Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo.Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre el fuego.En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café.Las dejó hervir, sin decir palabra.
La hija esperó impacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su padre.
A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un tazón. Sacó los huevos y los colocó en otro plato. Finalmente, coló el café y lo puso en un tercer recipiente.
Mirando a su hija le dijo: "Querida, ¿Qué ves?"; "Zanahorias, huevos y café" fue su respuesta.
La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias, ella lo hizo y notó que estaban blandas.
Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Luego de sacarle la cáscara, observó el huevo duro.
Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.
Humildemente la hija preguntó: - "¿Qué significa esto, padre?"
Él le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente.
La zanahoria llegó al agua fuerte, dura; pero después de pasar por el agua hirviendo se había puesto débil, fácil de deshacer.
El huevo había llegado al agua frágil, su cáscara fina protegía su interior líquido; pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido.
Los granos de café, sin embargo eran únicos: después de estar en agua hirviendo, habían cambiado el agua. "¿Cuál eres tú, hija?, cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿cómo respondes?", le preguntó a su hija.
¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza?
¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable, poseías un espíritu fluido, pero después de una muerte, una separación, o un despido te has vuelto duro y rígido? Por fuera te ves igual, pero ¿Eres amargada y áspera, con un espíritu y un corazón endurecido?
¿O eres como un grano de café? El café cambia al agua hirviendo, el elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor.
Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor, tú reaccionas en forma positiva, sin dejarte vencer y haces que las cosas a tu alrededor mejoren, que ante la adversidad exista siempre una luz que ilumina tu camino y el de la gente que te rodea. Esparces con tu fuerza y positivismo el "dulce aroma del café".
¿Y tú?, ¿Cuál de los tres eres?


CUENTO DEL ANILLO




Vengo a verle, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?


El maestro, sin mirarlo, le dijo:


—Cuánto lo siento, muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mi propio problema. Quizá después… —y haciendo una pausa agregó
—Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver mi problema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.


—E…encantado, maestro —titubeó el joven, pero sintió  que de nuevo era minusvalorado y sus necesidades postergadas.


—Bien,  —asintió el maestro. Se quitó el anillo en el dedo pequeño, y dándoselo al muchacho, agregó
—Toma el caballo que está allá afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Ve y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.

 


El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés, hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le volvían la cara y sólo un anciano fue tan amable como para explicarle que una moneda de oro era demasiado para entregarla a cambio de un anillo como ése.


En afán de ayudar, alguien ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro y rechazó la oferta. Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el camino, más de cien personas, abatido por su fracaso montó su caballo y regresó.


¡Cuánto hubiera deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro! Podría entonces habérsela entregado él mismo al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y ayuda.


Entró en la habitación.


—Maestro —dijo—, lo siento, no se puede conseguir lo que me pediste. Quizás  pudiera conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto al valor del anillo.


—Qué importante lo que dijiste, joven  amigo, —contestó sonriente el maestro.


—Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo? Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto te da por él. Pero no te importe lo que ofrezca, ¡no se lo vendas!Vuelve aquí con mi anillo.
El joven volvió a cabalgar.


El joyero examinó el anillo a la luz del candil con su lupa, lo pesó y luego le dijo:


—Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender Ya, no puedo dar más de  58 monedas de oro por su anillo.


—¡58 monedas! —exclamó el joven. 


—Sí — Replicó el joyero—, yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé. Si la venta es urgente le daré 58 .


El joven corrió emocionado a la casa del maestro a contarle lo sucedido.


—Siéntate —dijo el maestro después de escucharlo. 


—Tu eres como este anillo: Una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte un verdadero experto. ¿Qué haces pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?
Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño.


“ Todos somos como esta joya, valiosos y únicos, y andamos por los mercados de la vida pretendiendo que gente inexperta nos valore. “



DONDE ESTOY YO?




Érase una vez un hombre sumamente estúpido -un loco o quizás un sabio- que, cuando se levantaba por las mañanas, tardaba tanto tiempo en encontrar su ropa que por las noches casi no se atrevía a acostarse, sólo de pensar en lo que le aguardaba cuando despertara.
 
 
Una noche tomó papel y lápiz, a medida que se desnudaba, iba anotando el nombre de cada prenda y el lugar exacto en que la dejaba.

A la mañana siguiente sacó el papel y leyó: "calzoncillos" y allí estaban. Se los puso. "Camisa" allí estaba. Se la puso también. "Sombrero" en su lugar que se encontrab y se lo encasquetó en la cabeza.

Estaba verdaderamente encantado.Hasta que le asaltó un horrible pensamiento:
-¿Y yo...? ¿Dónde estoy yo?. Había olvidado anotarlo, de modo que se puso a buscar y a buscar.... Pero en vano, ya que no pudo encontrarse a sí mismo.

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¿ Donde está la Paz ?

En este mundo actual las cosas se han invertido. Hoy se dice que hay que luchar por la Paz y en esta lucha se desangra la humanidad. Felices se presentan los lideres haciendo comentarios acerca de la guerra, "hoy ha muerto tantos inocentes" –escuchen. Y los líderes sonríen y nos hablan de seguridad.

Yo creo que han confundido la palabra paz y no saben su significado. Jamás la Paz nacerá de la violencia como jamás nacerá la inteligencia de la estupidez.

La Paz no crece en los cementerios.
La Paz no significa tirar las balas y las bombas.
La Paz no significa el llanto, la humillación.
La Paz no se centra en los discursos elocuentes de los que gobiernan.

La Paz es un niño inocente que hoy día agoniza .

La Paz. ¿Dónde esta la Paz?

..Escrito : Oscar Basurto Carbonell

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